Por mucho que día a día nos afanemos por evitar que la grasa quede pegada en muebles y electrodomésticos, y pese a que cuidemos de que nuestra cocina esté libre de manchas y suciedad, es inevitable que cada cierto tiempo haya que dedicarse un momento a quitar la grasa que poco a poco, y casi sin darnos cuenta, se va adhiriendo a las superficies de nuestros muebles. El agua por sí sola no vale, sino que siempre necesitaremos añadirle algún producto para que la reacción sea más fuerte y la limpieza más profunda.
PRODUCTO DE LIMPIEZA CON TENSIOACTIVOS
Son muchos los productos que hay en el mercado para luchar contra la grasa, pero necesitarás uno con tensioactivos para que la eficacia sea mayor. Pulveriza las superficies o añade un poco en agua y utiliza un paño para frotar y sacar la grasa. Después, con un paño húmedo y limpio, repasa los muebles para quitar los restos de producto y enlucir las superficies. Para terminar, sobre todo si tus muebles tienen un acabado brillante, seca la superficie con papel cocina para dejarlos perfectos.
AGUA CALIENTE CON AMONIACO
Así es como lo han hecho las abuelas toda la vida: un chorreón de amoniaco en agua caliente es suficiente para frotar con energía sobre muebles y electrodomésticos y dejarlos libres de grasa y manchas. Repasa con un paño húmedo y limpio para deshacerte del amoniaco y su olor y seca con otro paño o con papel de cocina.
ALTERNATIVA ECOLÓGICA
Y si no te convence la utilización de productos químicos que puedan dejar olores fuertes en tu cocina, hay otras alternativas más ecológicas e igual de efectivas. Hacer una pasta a base de aceite vegetal y dos cucharadas de bicarbonato de sodio te permitirá retirar con un cepillo de dientes la grasa que se acumula en juntas y dobleces. Por otra parte, para las superficies más amplias, puedes utilizar vinagre (blanco, de sidra): empapa un trapo con él y limpia los muebles, utiliza un balde de agua caliente para escurrir el trapo y pásalo nuevamente para retirar la suciedad; seca la superficie con un paño seco o con papel de cocina y repite la operación y aún se queda un poco pegajoso. El bicarbonato de sodio por sí solo también es efectivo para quitar la grasa de los muebles, tan solo tendrás que espolvorear un poco sobre un esponja húmeda y frotar la superficie; de nuevo, un paño húmedo te permitirá retirar residuos y suciedad.